escaras en ancianos

Escaras en Ancianos | ¿Qué son y cómo tratarlas?

Las escaras, también conocidas como úlceras por presión o úlceras de decúbito, son lesiones en la piel y los tejidos subyacentes causadas por la presión sostenida o la fricción en áreas del cuerpo que están sometidas a una presión constante. Por lo general, se desarrollan en personas que tienen movilidad limitada y que permanecen sentadas o acostadas durante períodos prolongados sin cambiar de posición con regularidad. Por este motivo, son tan comunes las escaras en ancianos

Suelen aparecer en áreas del cuerpo con prominencias óseas, como el coxis, los talones, los omóplatos, los codos y las orejas. La presión prolongada sobre estos puntos puede reducir el flujo sanguíneo a la piel y los tejidos debajo de ella, lo que puede llevar a la formación de una úlcera. Además de la presión, la fricción y la humedad también pueden contribuir al desarrollo de escaras.

Pueden variar en gravedad, desde lesiones superficiales de la piel hasta úlceras profundas que afectan músculos y huesos. Pueden ser dolorosas, difíciles de curar y aumentar el riesgo de infección. Las personas con movilidad limitada, como aquellos que están confinados en cama o en silla de ruedas, los adultos mayores y las personas con afecciones médicas crónicas tienen un mayor riesgo de desarrollar escaras. La prevención es fundamental, y se deben tomar medidas para aliviar la presión en las áreas propensas y mantener la piel limpia y seca. Si se sospecha o se detecta una escara, es importante buscar atención médica adecuada para su evaluación y tratamiento.

escaras en ancianos

¿Cómo tratar las escaras?

El tratamiento de las escaras depende de la gravedad de la úlcera y de la condición médica general del paciente. En general, el objetivo del tratamiento es aliviar la presión sobre la zona afectada, promover la curación de la piel y prevenir la infección. Aquí hay algunas medidas comunes que se pueden tomar para tratar las escaras:

  1. Aliviar la presión: Es importante aliviar la presión sobre la zona afectada para permitir una mejor circulación sanguínea y promover la curación. Esto puede implicar cambiar de posición con frecuencia, utilizar colchones o cojines especiales que reduzcan la presión en las áreas afectadas y evitar la fricción y la humedad en la piel.
  2. Limpieza y cuidado de la piel: Mantener la piel limpia y seca es fundamental para prevenir infecciones y promover la curación. Se debe limpiar suavemente la piel con agua tibia y un jabón suave, evitando frotar vigorosamente. Se pueden aplicar cremas o lociones recomendadas por un profesional de la salud para mantener la piel hidratada y protegida.
  3. Cambios en la alimentación: Una alimentación equilibrada y adecuada en proteínas, vitaminas y minerales puede ayudar a promover la curación de las escaras. Un dietista o un profesional de la salud puede proporcionar pautas nutricionales específicas según las necesidades del paciente.
  4. Tratamientos tópicos: En algunos casos, se pueden aplicar cremas o ungüentos tópicos, como cremas de hidrocortisona o productos que contengan plata, para promover la cicatrización de la piel. Sin embargo, siempre se debe seguir la orientación de un profesional de la salud antes de usar cualquier producto tópico.
  5. Terapia con aire o agua: En algunas situaciones, se puede utilizar terapia con aire o agua para limpiar y estimular la cicatrización de las escaras. Estos tratamientos suelen ser realizados en un entorno médico y requieren la supervisión de un profesional de la salud.
  6. Antibióticos: Si se sospecha o se confirma una infección, se pueden prescribir antibióticos para tratarla.

 

Es importante tener en cuenta que el tratamiento de las escaras debe ser individualizado y supervisado por un profesional de la salud, como un médico o un especialista en cuidados de heridas. En casos más graves, se pueden requerir procedimientos médicos más avanzados, como desbridamiento de tejido necrótico, terapia de presión negativa o injertos de piel. La prevención es la mejor estrategia en el manejo de las escaras, por lo que es importante tomar medidas para prevenir su aparición, especialmente en personas con movilidad limitada o en situación de riesgo.

¿Las escaras en ancianos necesitan tratamiento especial?

Sí, las escaras en ancianos requieren un enfoque de tratamiento especial debido a que los adultos mayores pueden tener una piel más frágil y menos capacidad de cicatrización en comparación con personas más jóvenes. Además, los ancianos a menudo tienen factores de riesgo adicionales, como una movilidad limitada, una disminución de la percepción sensorial y problemas de salud crónicos, que pueden afectar la prevención y el manejo de las escaras.

 

Al tratar las escaras en ancianos, se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:

  1. Prevención: La prevención es clave en el manejo de las escaras en los adultos mayores. Se deben tomar medidas para evitar la aparición de escaras, como asegurarse de que los ancianos cambien de posición con frecuencia para aliviar la presión en las áreas propensas, utilizar colchones antiescaras o cojines antiescaras especiales para reducir la presión, mantener la piel limpia y seca, y asegurarse de que los ancianos tengan una alimentación equilibrada y adecuada en proteínas, vitaminas y minerales para favorecer la cicatrización de la piel.
  2. Evaluación y manejo adecuado: Si se detecta una escara en un anciano, es importante buscar atención médica adecuada para una evaluación y manejo adecuado. Los profesionales de la salud, como médicos, enfermeras o especialistas en cuidados de heridas, pueden evaluar la gravedad de la úlcera y determinar el enfoque de tratamiento adecuado, que puede incluir cambios en la posición del paciente, limpieza y cuidado de la piel, uso de productos tópicos, cambios en la alimentación, y otros tratamientos específicos según la situación clínica del paciente.
  3. Manejo integral: En muchos casos, el manejo de las escaras en ancianos implica un enfoque integral que aborda no solo la úlcera en sí, sino también otros factores de riesgo y condiciones médicas del paciente. Por ejemplo, puede ser necesario manejar problemas de movilidad, nutrición, incontinencia, diabetes u otras afecciones médicas que puedan afectar la cicatrización de la piel y la prevención de la aparición de nuevas escaras.
  4. Cuidado compasivo: Los ancianos pueden experimentar dolor, angustia emocional y disminución de la calidad de vida debido a las escaras y a otros problemas de salud. Por lo tanto, es importante brindar un cuidado compasivo y centrado en la persona, teniendo en cuenta las necesidades físicas, emocionales y psicosociales del paciente.

 

En resumen, el tratamiento de las escaras en ancianos requiere un enfoque especializado y compasivo que aborde los factores de riesgo y las condiciones médicas propias de la edad avanzada. La prevención, evaluación y manejo adecuado, manejo integral y cuidado compasivo son aspectos importantes a tener en cuenta en el tratamiento de las escaras en la población de adultos mayores. Consultar con profesionales de la salud calificados es fundamental para un enfoque adecuado y seguro en el manejo de las escaras en ancianos.